- ¿Qué vamos a ver al
cine?
-
El
Señor de los Anillos.
-
¿Qué
es eso?
-
Es
un libro que hicieron película. La hizo un director de Nueva Zelanda que se
llama Peter Jackson.
-
¿Quién
es Peter Jackson?
-
El
que hizo Meet the Feebles, la película esa de los muppets trastornados.
-
Ahhh…y
de qué se trata El Señor de los Anillos.
-
Es
de la Edad Media, hay hobbits, elfos, guerra. Es una de aventuras.
-
Suena
aburrida.
-
Dura
como tres horas, leí un montón de críticas y dijeron que estaba buenísima.
-
Pero
suena aburrida ¿no hay otra cosa? ¿No es Star Wars? Nunca entendí Star
Wars.
-
No
es Star Wars, el de Star Wars se llama Luke Skywalker y no es la
misma película. Vamos a ir a ver El Señor de los Anillos.
Tenía aproximadamente diez años cuando mi papá me
llevó a ver la gran historia de la Edad Media, fueron tres horas y media en las
que me reí, temí y tuve mi primera indignación para con una película. Lord
of the Rings: The Fellowship of The Rings (El Señor de los Anillos: La Comunidad
del Anillo), a partir de ahora LOTR fue una de las películas de mi
juventud. Puedo decir por mi corta edad que crecí con y mirando la trilogía.
Es la Cahiers du Cinema y sus críticos
quienes elaboran la teoría del autor. Para François Truffaut el autorismo
reside en la visión del mundo que tiene cada autor además Truffaut encuentra
los autores en la clase B. Podemos decir que Peter Jackson es un autor, sus
primeras películas son un desfile de géneros: Meet the Feebles combina
muppets, sangre, mafia y musical; Bad Taste es puro gore; Braindead
humor negro con gore y la muy divertida The Frigtheners aquella película
donde Michael J. Fox es amigo de dos fantasmas con quienes estafan, a la mejor
manera Ghostbusters, a las personas haciéndoles creer que su casa está
embrujada pertenece al subgénero de fantasmas pero también es una comedia.
Peter Jackson sabe como combinar géneros entre sí. Pensemos al género como un
horizonte de expectativas en el espectador y tratemos de categorizar a Lord of the Rings dentro de un
único género, es imposible pues Lord of the Rings es una masiva
combinación de géneros donde hay drama, acción, fantástico, gore con elementos
de humor. Además el género es también un conjunto de reglas/convenciones que
son acordadas entre quien produce la película y quien la consume. Teniendo en
cuenta estas definiciones puedo decir que cuando vi por primera vez LOTR
no entendí nada y mi apreciación hacia la película fue más que nada
onomatopéyica: “Uhhhh” “Ahhhhh” “UFFFFFF”. En La Comunidad del Anillo,
Frodo está en peligro constante, hay una trama de persecución que nos da la
pauta de que siempre hay alguien más poderoso que Frodo persiguiéndolo esto lo
sabemos inconscientemente pero no lo advertimos por completo hasta que
visualizamos el peligro real: un Nazgul le entierra la espada a Frodo y casi lo
mata, es decir, nos advierten: este es el héroe y no es inmortal, ¿saben lo
traumático que es para un niño ver que el personaje con el cual uno genera una
empatía es casi asesinado por un bicho feo? Ni hablar cuando Gandalf se pierde
en las minas de Moria, eso fue terrible.
Peter Jackson es un titiritero de las tensiones, La
Comunidad del Anillo es una película de tire y afloje constante, sabe
cuando relajarnos y cuando ponernos nerviosos: memorable escena y magistral uso
del suspense cuando los cuatro hobbits están escondidos debajo de un árbol y un
Nazgul (atraído por la presencia del anillo) los está acechando. La
Comunidad del Anillo es una película moral, marca una diferencia entre el
bien y el mal. Y el concepto de lo que está bien y está mal se pone en juego
todo el tiempo con las figuras humanas. El hombre es un ser que se puede
corromper que “por querer más” se vuelve ambicioso, un claro ejemplo es la
escena en la cual se encuentran caminando por la montaña, Frodo pierde el
anillo y Boromir lo encuentra, lo mira y en su expresión vemos como se siente
atraído por el mismo, es por eso que el portador del anillo es un hobbit, una
criatura fantástica parecida al ser humano pero que no es afectada por el poder
maligno que tiene el anillo, eso es lo que nos dice Gandalf cuando le da el
anillo a Frodo pero no es lo que sucede. A lo largo de la trilogía, el poder
del mal va in crescendo. La Comunidad del Anillo, como toda la
trilogía es una película con mensaje que recupera el valor de la amistad, la
fidelidad, la honestidad, la esperanza y el compromiso.
Me acuerdo el final de La Comunidad del Anillo cuando
Sam y Frodo se van solos en una canoa y la pantalla funde a negro. Me indigné
porque nada estaba claro, el final no era concreto ¿como iba una película a
terminar así como si nada? ¿y el resto?. Le pregunté a mi papá como terminaba y
me dijo: “Y ahora tenés que esperar un año hasta que salga la segunda parte”.
Doble indignación no solo no sabía el final sino que tenía que esperar. Con Las
Dos Torres fue diferente mi sensación, ya era un año más grande, me había
tomado mi tiempo para unirme online a varios clubs de fan de Tolkien y ya tenía
todos los libros más El Hobbit comprados por convenio de mi escuela con
la cadena Scholastic en inglés, claro que leerlos me fue imposible porque mi
formación en la lengua no era tan avanzada. El final de Las Dos Torres tiene
algo que hasta el día de hoy no encontré en otras películas, en un monólogo de
Sam, dicho sea de paso el verdadero héroe de la trilogía, está el concepto de
lo que es una historia y lo que va a pasar en la tercera parte, algo así como
un resumen de toda la trilogía. Además de ser este un discurso hermoso que
habla de la esperanza es algo así como un buchón entre líneas, y dice así:
“Pero henos aquí, igual que en las grandes historias, señor
Frodo, las que realmente importan, llenas de oscuridad y de constantes
peligros. Ésas de las que no quieres saber el final, porque ¿cómo van a acabar
bien? ¿Cómo volverá el mundo a ser lo que era después de tanta maldad como ha
sufrido? Pero al final, todo es pasajero. Como esta sombra, incluso la
oscuridad se acaba, para dar paso a un nuevo día. Y cuando el sol brilla,
brilla más radiante aún. Esas son las historias que llenan el corazón, porque
tienen mucho sentido, aun cuando eres demasiado pequeño para entenderlas. Pero
creo, señor Frodo, que ya lo entiendo. Ahora lo entiendo. Los protagonistas de
esas historias se rendirían si quisieran. Pero no lo hacen: siguen adelante,
porque todos luchan por algo.
-¿Por qué luchas tú ahora, Sam?
-Para que el bien reine en este mundo,
señor Frodo. Se puede luchar por eso. “
Ese último discurso de lucha aparece dando vueltas
por mi cabeza algunas veces. Dicen que las cosas que vivimos en la niñez nos
marcan, ver películas forma parte de la niñez y en mi caso con dos maravillosos
padres que poseían un videoclub orientado al cine arte y al género casi podría
decirse que las películas fueron mi niñez y con ello mi vida.
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